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Elena es su nombre y ya lleva más de 300 kilómetros de entrenamientos en pista. Hoy, a su corta edad y gracias a sus impresionantes condiciones, ya vislumbra un camino hacia las máximas categorías del automovilismo mundial

De madre colombiana y padre chileno, Elena, una niña nacida en Costa Rica, ha logrado brillar a sus cortos tres años en el mundo del motor.

Elena, estuvo muy cerca de nacer en Rapa Nui, aunque finalmente sus padres, que se conocieron en Chile, decidieron mudarse a Costa Rica, justamente cuando faltaba un poco más de un mes para su nacimiento.

Su padre Domingo comenta que “ya a los seis meses le llamaba la atención la F1”, motivo por el cual decidieron, junto a su esposa Diana, regalarle su primer modelo eléctrico.

Al cumplirunaño,decidenrenovaresteprimervehículo,alverqueparalapequeñaésteya no cumplía con sus exigencias de velocidad. Al siguiente cumpleaños, deciden comprar un auto a pedales, para poder empujarla ya que a esa edad se caracterizaba por esbozar las frases “más rápido papá y pásalos, eso casi desde que empezó a desarrollar sus primeras palabras”, comenta su papá.

Después de ver que su hija podía controlar fácilmente este último móvil, la familia decide importar un kart eléctrico, esta vez desde USA, el cual debió ser adaptado debido a que Elena ni siquiera alcanzaba los pedales. Su padre cuenta que “desde el primer minuto que se subió, ella disfrutó de ese auto que le permitía desenvolverse a mayor velocidad, porque si hay algo que a ella le gusta, es siempre ir veloz”.

Al principio, ese auto estaba limitado a los 10 kms por hora, pero sus padres se dieron cuenta que tras de un par de cuadras, Elena era capaz de controlarlos eficazmente. Es así como el paseo familiar por las cuadras cercanas a casa, se transformaron en entrenamientos serios después de que un vecino, dueño de un equipo costarricense, la invitara a entrenar con ellos tras ver su destreza.

A sus dos años siete meses, su familia decide eliminar el límite de velocidad en el vehículo de Elena, de modo de entregarle total control de éste. Tras esa nueva adquisición, Elena, en su segundo entrenamiento en pista, alcanzó los 40 km/hr y no tuvo problemas con realizar la sesión de manera totalmente limpia.

Al ver este progreso, un mes después, la familia decide invertir una vez más, esta vez en un karting con motor a combustión adquirido en Panamá, el cual debió ser trasladado por tierra hasta Costa Rica. Este modelo fue el primero de la pequeña que cumplía con todas las leyes publicadas por la asociación de kartismo.

Debido a que Elena era muy liviana, hubo que hacer variadas modificaciones a este kart, cambiar la convergencia, así como también hubo que modificar el volante incorporando uno de video juegos, ya que al ser tan pequeña, sus brazos chocaban con la carrocería, así como también, hubo que modificar los pedales para que la pequeña los alcanzara (lo cual nos recuerda mucho a la historia de

 Fernando Alonso). En este minuto, Elena comienza sus entrenamientos en un indoor kart, logrando igualar los tiempos de los kartistas no profesionales que asistían a este lugar.

A los 2 años 11 meses, la invitan a entrenar a su primera pista que cumple con el reglamento oficial, en el kartódromo La Guácima, en Parque Viva, Costa Rica, marcando un hito en su carrera. Esta experiencia ha llevado a la precoz piloto a aprender cosas propias del automovilismo, como por ejemplo, saber exactamente el lenguaje de banderas en pista.

Este 2023, Elena tuvo la oportunidad de entrenar en Colombia, donde pudo manejar 5 días seguidos. “De antes de los dos años que ella conduce casi todos los días... ya lo ha hecho por más de 300 kilómetros, sólo en su último viaje a Colombia hizo 100. Ha girado bastante, para ella todo eso es experiencia”, comenta Domingo, su padre.

Para sus entrenadores, Elena es avanzada para su edad, de hecho, se han dado cuenta de que es capaz de mantener un periodo de prueba inicial en pista, es decir, es capaz de administrar el ritmo de acuerdo a la experiencia que va adquiriendo.

Actualmente Elena avanza en un plan de acción para ser incorporada en espacios que la FIA dispone para niños de corta edad.